Viaje al pasado

03/02/2020

No hay plazo que no se cumpla ni término que no se venza y, después de un largo camino que el Reino Unido ha recorrido -basta recordar el referéndum realizado el veintitrés de junio de 2016, el cual finalizó con un ajustado resultado que posicionaba un 52% sobre un 48% a favor de Brexit- de más de tres años, es un hecho que el treinta y uno de enero de 2020, al final, Reino Unido ha logrado su objetivo. Con 621 votos a favor y 49 en contra, la Eurocámara ratificó el acuerdo del Brexit, el cual regula las condiciones de salida del Reino Unido de la Unión Europea. Con lágrimas o con risas, después de poco más de cuarenta años, Reino Unido abandona Europa.

Para salir de la Unión Europea, se tuvo que invocar el artículo 50 del Tratado de la Unión Europea, el cual prevé un mecanismo para la retirada voluntaria y unilateral de un país de dicha comunidad política, generando como consecuencia que el Reino Unido pierda la voz y el voto en el Consejo Europeo, además de tener que sentarse a negociar los futuros tratados como ex-miembro de la organización antes de que culmine, el treinta y uno de diciembre de 2020, el proceso de transición.

El uso de varias prórrogas y el paso de tres primeros ministros fueron necesarios para llegar a un Brexit sin retorno -David Cameron y Theresa May dimitieron-, entre ellos, el tan controvertido Boris Johnson. Por su parte, Boris Johnson, celebra el amanecer de lo que él considera una nueva era, en la que el Reino Unido puede autodeterminarse, ser libre e independiente, sin tener restricciones frente a lo que muchos británicos consideraban un peligroso súper Estado europeo que los sujetaba y obligaba de tal forma que, en su lugar, dieron un gran salto hacia el pasado después de 1317 días de desencuentros en una relación convulsa. 

Ahora no existe marcha atrás, Reino Unido lo ha apostado todo, incluido el futuro de las siguientes generaciones, lo cual, sin duda, puede significar un nuevo comienzo, aunque solo el tiempo mostrará si la Unión Europea es un proyecto fracasado.

La salida del Reino Unido ha generado optimistas, arrepentidos y resignados, pero de lo que no hay duda es de que está siendo una dolorosa partida para todos los que se ilusionaron con el sueño de la Unión Europea que ahora ven desvanecerse a partir de la marcha del Reino Unido, -aunque debe quedar claro que Reino Unido sigue siendo parte de Europa pero no de la Unión Europea-.

La salida de un país de la Unión Europea quiebra, de alguna forma, los lazos y fuerza que unen a gran parte del continente europeo. Europa es tan diverso que hace surgir importantes interrogantes como, por ejemplo, ¿será más grande lo que los une que lo que los divide? En periodos de crisis es mejor comprender claramente qué es lo tuyo, lo mío y lo nuestro, que intentar imponer y hablar de un nuestro cuando es solo algo tuyo o mío.

 

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