Un Estado que no procura la justicia no es más que una banda de malhechores
León Tolstoi
La justicia transicional es el mecanismo que se centra en resolver violaciones graves a Derechos Humanos cometidos en un momento de conflicto armado: dictaduras, autoritarismos o de un pasado de abusos por parte de los Estados. Al activar la justicia transicional se ponen en marcha procesos o mecanismos que tratan de dar una verdad sobre las violaciones graves a Derechos Humanos, de rendir cuentas sobre los sucesos cometidos y que llevaron a cometer dichas violaciones, así mismo, de restaurar el ordenamiento jurídico con las medidas preventivas para no volver a los sucesos.
En el marco de los Derechos Humanos, la justicia transicional se armoniza en el sistema internacional, es decir, una concordancia o una unión del Derecho Internacional de los Derechos Humanos, del Derecho Penal Internacional y del Derecho Internacional Humanitario para la protección de efectiva y la progresividad de los Derechos Humanos. La justicia transicional establece la obligación de no dejar impune los casos de violaciones graves a Derechos Humanos y componente de las normas internacionales que rigen a los Estados miembros de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Algunas de las medidas que integran a la justicia transicional para que se cumplan con las obligaciones, son: comisiones para la verdad, comisiones para la búsqueda de la verdad, mecanismos judiciales, medidas de no reparación y, la de reforma institucional.
La creación de instancias internacionales que se encarguen del establecimiento de la paz entre los Estados ha traído como consecuencia el establecimiento de Órganos, Cortes o Tribunales con el objetivo de proteger fundamentalmente los Derechos Humanos de las personas.
Por ejemplo, en el caso de México se encuentra la Corte Interamericana de Derechos Humanos, una Corte destinada a proteger y salvaguardar los Derechos Humanos de las personas, así como emitir sentencias hacia los Estados. Tanto las Cortes como los Tribunales Constitucionales han contribuido al perfeccionamiento de la justicia transicional a través de las sentenciones, recomendaciones o las jurisprudencias que emiten a determinado caso para resolver los abusos del pasado.
Ahora bien, la justicia transicional surgió con la finalidad de esclarecer sucesos como abusos, violaciones masivas y graves a Derechos Humanos, atrocidades e incluso desaparición de personas. De la misma forma, la justicia transicional ha tratado de beneficiar los grandes cambios sociales, políticos y económicos que ha sufrido la sociedad global.
Los mecanismos que integran a la justicia transicional en la mayoría de los casos carecen de recursos económicos, políticos y humanos por parte de los Estados, lo cual a la larga no beneficia a las víctimas.
En México la justicia transicional no se ha implementado de manera correcta y requiere de la unión de los esfuerzos jurídico-políticos, así como el trabajo conjunto entre organismos internacionales, nacionales y regionales para resolver el tema de violencia surgida por la llamada guerra contra el narcotráfico, que ha generado un aumento en las violaciones masivas a los derechos humanos de los ciudadanos.
Por último, la justicia transicional, desde el momento de su origen ha contribuido a resolver las grandes problemáticas de violaciones a Derechos Humanos en los tiempos de abusos, transgresiones y de atrocidades hacia la población. La justicia transicional puede generar reformas institucionales y estructurales hacia todo el aparato político-jurídico de un Estado.
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