En blanco y negro  

31/01/2022

Coluna Fictio Iuris

“Tus valores definen quién eres realmente. Tu identidad real es la suma total de tus valores”. Assegid Habtewold.

Muchas veces nos preocupamos por temas que apuntan a la falta de capacidades de la clase política, a la idoneidad (o no) de las vacunas contra ciertas enfermedades, a las crisis económicas, a la falta de oportunidades laborales, etc. Efectivamente, todas estas cuestiones son importantes, sin embargo, también hay asuntos que requieren nuestra atención y que suelen pasarse por alto, tales como la indiferencia y decadencia social actual.

Hace unos pocos días, se publicó la noticia de que el fotógrafo francés, René Robert, murió por hipotermia, tirado en las calles de París, tras sufrir una caída ante la que no recibió ningún tipo de auxilio durante nueve horas.

Según los datos proporcionados por los medios de comunicación, Robert sufrió el percance alrededor de las 21:30 horas de la noche del 18 de enero, siendo que hasta las seis de la madrugada del día 19 de enero, nadie se preocupó por el fotógrafo. Concretamente, a esa hora los servicios de urgencia fueron notificados de la presencia de un hombre, tirado en la calle, que permanecía inmóvil.[1]

Robert siempre se caracterizó por realizar sus fotografías en blanco y negro, colores que parece que también estuvieron presentes en su deceso: blanco, por la persona que llamó a los servicios de urgencia y la cual, por cierto, era un indigente, y negro, por la podredumbre de los valores que parece reinar en nuestra sociedad actual.

Tenemos -y me incluyo- la idea generalizada de que nuestro prójimo nos juzga por la cantidad de dinero que hay en nuestra cuenta bancaria, por el número y calidad de bienes de los que disponemos, por las personas con las que nos relacionamos, por el barrio en el que vivimos, etc., dejando de lado algo fundamental: que nos juzguen por nuestros valores.

La sociedad de nuestros días parece estar marcada por la indiferencia hacia el otro, lo cual es realmente preocupante, pues revela lo que, considerando las palabras de Margaret Mead, podríamos calificar como una involución en la civilización, y es que, cuando Mead, antropóloga estadounidense, fue cuestionada por sus alumnos acerca de cuál consideraba que era el primer signo de civilización en una cultura, respondió:

“El primer signo de civilización que hay en una cultura antigua es un cadáver con un fémur roto que luego ha sanado. En el reino animal, si te rompes una pierna, mueres. No puedes huir del peligro, ir al río a tomar agua, o buscar comida; eres carne de bestias que merodean. Ningún animal sobrevive a una pierna rota el tiempo suficiente para que el hueso sane. Un fémur roto que se ha curado es evidencia de que alguien se ha tomado el tiempo para quedarse con el que se cayó, ha vendado la herida, lo ha llevado a un lugar seguro, y le ha ayudado a recuperarse. Eso es civilización”.[2]

Pues bien, precisamente el accidente sufrido por René Robert revela esa falta de civilización, donde el fotógrafo se convirtió en esa carne de bestias que merodean, poniendo de manifiesto que ya es muy difícil -por no decir imposible- que alguien se quede al lado de un desconocido, ofreciéndole ayuda desinteresada.

Ahora bien, a decir verdad, la falta de actos de auxilio también es, hasta cierto punto, entendible, pues ¿cuántas veces hemos visto que una persona que acude en ayuda de alguien que parece necesitarla, acaba siendo víctima de una agresión, de un robo o, incluso, de un homicidio?

Los métodos que utilizan los delincuentes de hoy en día hace que los ciudadanos desconfiemos de todos y de todo, por lo que ver a una persona tirada en la calle puede interpretarse de dos formas: una, como el reclamo real de ayuda por parte de ese individuo o, la segunda, como una especie de elemento distractor que hará que, al acercarse, el buen samaritano sea víctima de algún ilícito.

De cualquier modo, ya sea por un caso de ayuda que no se recibe o por la posibilidad de ser víctima de un delito, ambas opciones siguen revelando lo mismo, es decir, esa podredumbre social que hace que, en el primer supuesto, no se actúe por indiferencia y por falta de empatía mientras que, en el segundo supuesto, no se hace nada por temor a la delincuencia tan arraigada y desarrollada en la sociedad como resultado de la ausencia de políticas de seguridad que permitan su control.

De una forma o de otra, los signos de civilización parecen desvanecerse, de tal suerte que el color negro comienza a ser protagonista en la fotografía social, en detrimento de un blanco que cada vez es más difícil de encontrar.

 

Notas e Referências

[1] Ayuso, Silvia, Quién fue René Robert, el fotógrafo de flamenco muerto de frío en una calle de París, publicado el 28/01/2022, disponible en https://elpais.com/cultura/2022-01-29/quien-fue-rene-robert-el-fotografo-de-flamenco-muerto-de-frio-en-una-calle-de-paris.html

[2] García, Fernando, ¿Cuál es el primer signo de civilización y cómo la respuesta se hizo viral?, La Vanguardia, publicado 14/10/2020. Disponible en https://www.lavanguardia.com/cultura/20201014/484039920907/el-reto-primer-signo-civilizacion-humanidad.html

 

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