Sólo existe un sentimiento mayor que el amor a la libertad:

el odio a quien te la quita

Ernesto Che Guevara

En Cuba se están presentando las manifestaciones más grandes de su historia reciente, en un contexto en el cual el internet y las redes sociales sirvieron de arma para los manifestantes mientras que su lema principal hace referencia a una canción pop demostrando que los pueblos se adaptan para exigir mejores condiciones de vida en cualquier momento de la historia.

Desde la revolución cubana en 1959 Cuba ha permanecido gobernada por un solo partido, el Partido Comunista Cubano, el cual desde ese entonces y hasta abril de este año, fue liderado por los hermanos Castro, sin embargo, hoy el presidente es Díaz-Canel.

Las manifestaciones del 11 de julio fueron inusuales por su dimensión, pues miles de cubanos y cubanas salieron a las calles en veinte ciudades de la isla para manifestar sus reclamos ante la crisis económica, el desabastecimiento de productos de primera necesidad, la incapacidad de los hospitales para atender al cada vez más alto número de personas contagiadas por covid-19 y los constantes cortes de energía eléctrica, para manifestar su hartazgo ante la crisis en la que viven y para la cual no ven soluciones por parte del gobierno.

Tan solo un día antes de las manifestaciones que pusieron los ojos del mundo sobre la isla, sus cifras oficiales diarias fueron de 6750 enfermos y 31 decesos por covid-19, lo que generó que muchos residentes cubanos en Estados Unidos se movilizaran para enviar donaciones a su país, sin embargo, el gobierno cubano no las autorizó.

Las remesas representan parte importante de los ingresos percibidos por los cubanos, sobre todo en estos tiempos pues a causa de la pandemia el turismo en la isla, que representa una principal fuente de trabajo, ha disminuido drásticamente; debido a ello y como una forma de resolver la recesión, desde el año pasado el gobierno cubano implementó medidas económicas de emergencia entre las cuales se incluyó el aumento de los salarios, pero al mismo tiempo también aumentó el precio de los productos básicos. Ante ello es clara la importancia de las remesas, pero ni siquiera con ellas pueden los cubanos aliviar su situación ya que la principal divisa recibida es el dólar estadounidense, sin embargo, desde el 21 de junio de este año el Banco Central de Cuba dejó de aceptar el uso del dólar en las transacciones dentro de la isla.

Las protestas iniciaron en La Habana, capital cubana, desde donde las personas que salieron a las calles hicieron uso del internet para realizar transmisiones en vivo de las marchas en sus redes sociales evidenciado la represión policíaca y los gritos de “Patria y Vida” y “Libertad”, de esta manera las redes sociales fungieron como una herramienta poderosa para avivar el interés de la población en salir a protestar pues, de manera simultanea a las marchas en La Habana, personas de otras ciudades hicieron lo mismo.

Además de los reclamos por la mencionada crisis económica, también se escucharon voces demandando mejores en el sistema de salud y exigiendo vacunas para combatir la pandemia. Hay que mencionar que en Cuba solo se han aplicado vacunas nacionales, las conocidas como Soberana y Abdala, rechazando cualquier otra de las que sean generado alrededor del mundo, incluso el gobierno cubano ha rechazado la ayuda de la iniciativa COVAX (o Fondo de Acceso Global para Vacunas Covid-19) que busca el acceso equitativo.

Pero no solamente personas opositoras al gobierno salieron el domingo a las calles, sino que también hubo respuesta por parte de quienes apoyan el gobierno del presidente Díaz-Canel, quien por medio de los canales oficiales de televisión calificó como “mercenarios pagados por Estados Unidos” a quienes protestaron y convocó a los “revolucionarios” (haciendo alusión a quienes lo apoyan) a salir a las calles a hacerle frente a los otros, logrando que efectivamente cientos de personas salieran a contra protestar.

No es la única declaración que Díaz-Canel dio a través de la televisión, sino que a las manifestaciones respondió diciendo que “el domingo es el día de descanso de las familias, quisieron alterar la tranquilidad en medio de una pandemia”, como si la crisis económica, sanitaria y los malestares que vive la población dejasen de existir tratarse del día domingo.

Para calmar el movimiento una de las principales medidas adoptadas por el gobierno fue bloquear el acceso de internet a las redes sociales, impidiendo que cubanos y cubanas puedan seguir exponiendo al mundo lo que sucede dentro de su país durante estos días. Esto ha creado incertidumbre, del mismo modo que la falta de información oficial sobre cuántas personas fueron detenidas durante las manifestaciones, aunque algunos medios independientes hablan de cientos de personas arrestadas nada es claro ante la falta de información.

Los eventos acontecidos en días recientes han tenido consecuencias fuera del país caribeño, ya que las respuestas no se hicieron esperar. Por ejemplo: en Santa Cruz, ciudad de Bolivia, cientos de residentes cubanos protestaron afuera del consulado de su país de origen para pedir que el presidente Díaz-Canel deje el cargo; en México el presidente López Obrador pidió a Estados Unidos que termine con el injusto embargo sobre Cuba al tiempo que ofreció medicinas, vacunas y alimentos a la isla; el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, manifestó su apoyo al pueblo cubano en su movimiento contra el régimen.

No hay duda de que, si el gobierno cubano persiste en las medidas sanitarias y económicas que ha adoptado, el descontento social seguirá aumentado y las protestas también lo harán.

En Cuba podemos ver conjugado el deseo del cambio y la dura resistencia al mismo, lo que resulta ser una combinación peligrosa que puede llevar a un pueblo a perder la paz y hundirlo en el caos. Sin duda, la población cubana ha demostrado que a través de las redes sociales puede generan respuestas a nivel global, y que probablemente sea el momento ideal para luchar por un cambio que ya comenzó.