La salud no lo es todo pero sin ella, todo lo demás es nada
Arthur Schopenhauer
En los últimos años se ha generado en el mundo una alerta en relación al consumo y uso de los cigarros electrónicos, comúnmente conocidos como vapers. En años recientes se ha normalizado el uso de los cigarros electrónicos, sobre todo en jóvenes.
El National Youth Tobacco Survey declaró que el consumo de cigarros electrónicos entre jóvenes pasó del 11.7 al 20.8 por ciento, aumentando de manera exponencial en un 78%.
Recordemos que los cigarros electrónicos surgieron como una alternativa al cigarro tradicional, de tal manera que su objetivo es tener una experiencia similar al consumo del tabaco, evitando la quema o combustión del tabaco como en los cigarrillos habituales. Es así que se entendía que el uso de un cigarro electrónico era un poco menos dañino que el cigarro frecuente considerando, incluso, a los cigarros electrónicos como una forma de transición para quienes querían dejar de fumar.
Los cigarros electrónicos se calientan para lograr que la solución liquida pueda vaporizarse junto con la nicotina, el humectante, los saborizantes, así como una mezcla de diferentes ingredientes regularmente desconocidos debido a la laxa regulación que existe, lo que permite que los estándares de calidad sean muy diversos e incluso que el etiquetado no coincida del todo con el contenido del producto.
De acuerdo con el New York Times, en Estados Unidos se han presentado múltiples casos de pacientes con misteriosas enfermedades que han puesto en riesgo su vida, las cuales están relacionadas con el denominado vapeo, e incluso se han presentado fallecimientos. Los principales síntomas son jadeo excesivo resultado de una dificultad para respirar, mareos, vómito, fiebre y cansancio.
Lo que es una realidad es el hecho de que el uso del cigarro electrónico y la moda del vapeo están teniendo terribles efectos en la salud de las personas, quienes lo adquieren bajo el mito de que es menos nocivo que el cigarro convencional o atendiendo a la moda que ha impuesto la utilización del cigarro electrónico.
En muchos países de Latinoamérica la comercialización de los cigarros electrónicos no está regulada, pues a pesar de que se ha considerado que el uso de estos cigarros no son seguros para los fumadores, sin embargo este tipo de producto se vende de manera clandestina y, en algunos casos, puede encontrarse en las tabaquerías de manera regular.
El mercado siempre ha encontrado rendijas y formas de introducir los productos que tienen demanda, incluso aquellos que son dañinos para nuestra salud. El caso de los cigarros electrónicos es relevante, toda vez que existe una creencia en relación a sus efectos menos nocivos a la salud, lo cual ha sido un engaño. Es por ello que el gobierno de cada país es el responsable de implementar políticas públicas adecuadas para resguardar la salud de su población e informar adecuadamente, incluso aunque esto pueda llegar a afectar los intereses de las industrias más poderosas.
Imagem Ilustrativa do Post: smoke // Foto de: StockSnap // Sem alterações
Disponível em: https://pixabay.com/pt/photos/fuma%C3%A7a-efeito-cor-branco-amarela-2592482/
Licença de uso: https://pixabay.com/pt/service/license/