Un Paso Adelante Y Dos Atrás

21/10/2019

"Cada fracaso enseña al hombre algo que necesitaba aprender"

Charles Dickens

No hay plazo que no se cumpla ni día que no llegue, en este caso, para Reino Unido el plazo para firmar el Brexit está por culminar y la pregunta que tiene al mundo con la mira en este país radica en la manera en que dejará de ser parte de la Unión Europea (UE).

El Brexit no es un tema de hace pocas semanas o meses, por lo que es prudente ponernos en contexto. Reino Unido ha sido parte de la Unión Europea desde 1973, cuando apenas era un bloque de 9 miembros, a diferencia de los 28 miembros que hoy forman parte.

La decisión de Reino Unido de abandonar la Unión Europea se tomó hace años, concretamente en junio del 2016 a través de un referéndum cuyo resultado impactó al mundo. Con 17.410.742 (51,9%) a favor del Brexit y 16.577.342 (48,1%) en contra, -de un total de 33.577.342 votos- Reino Unido tomaría la decisión de abandonar la Unión Europea, siendo éste el primer país en solicitar la salida de la misma.

Invocando el artículo 50 del Tratado de Lisboa, el 29 de marzo del 2017 Reino Unido notificó su salida de la Unión Europea y, a partir de ahí, se realizaría una cuenta regresiva de dos años pero ¿qué dice ese artículo 50? El artículo 50 del Tratado de Lisboa muestra, a grandes rasgos, el proceso que se debe llevar a cabo para que un Estado se retire de la Unión Europea, de tal manera que éste debe ser de manera voluntaria y unilateral.

Esa retirada se divide en diversas etapas, entre las que podemos mencionar: 1) la notificación al Consejo Europeo acerca de la voluntad de retirarse de la Unión Europea; 2) el Consejo y la Unión Europea negociarán con el Estado que desee retirarse, los términos bajo los que se regirá dicha salida; 3) el Consejo celebrará el acuerdo, previa aprobación del Parlamento Europeo; 4) se dejarán de aplicar los tratados internacionales y demás instrumentos a partir de la fecha en la que hayan acordado su retiro o cuando se haya cumplido el plazo de dos años; 5) en caso que se convenga, se puede otorgar una prórroga para dicho retiro.

La salida original de Reino Unido debió haber sido en marzo de este año, sin embargo, Reino Unido solicitó una prórroga y, al haber estado de acuerdo al menos 27 miembros, el Consejo otorgó la prorroga correspondiente hasta el 31 de octubre.

Para ser objetivos, se debe decir que la salida de Reino Unido es una realidad; sin embargo, la problemática radica en definir de qué forma será su salida, ya sea que ésta se realice con el acuerdo de la Unión Europea o sin él, pues de eso depende la libertad de circulación de trabajadores, mercancías y capitales. En este sentido hablamos de la posible restricción de libertades económicas, arancelarias, de importación y de exportación, así como de libre tránsito en las fronteras para que civiles entren y salgan sin problema alguno.

Reino Unido tiene enfrente dos escenarios importantes: retirarse con trato o sin él; es decir, en el primer escenario, Reino Unido podría contar con un plazo de transición que duraría hasta diciembre del año siguiente -2020-, pero si Reino Unido sale de la Unión Europea sin trato, no habría tiempo de transición, por lo que no tendría acuerdo arancelario, lo que afectaría a las importaciones y exportaciones y, con ello, el precio de varios productos. Del mismo modo, no habría trato alguno en cuestión fronteriza- que ha sido de los temas más sensibles de este acuerdo-, al igual que tampoco se tendrían claros los derechos que tienen los ciudadanos de la Unión Europea dentro de Reino Unido y viceversa, siendo éstos algunos de los temas que no tendrían solución inmediata, por lo que salir de esta manera generaría incertidumbre.

De acuerdo a lo acontecido en los últimos meses, nada ha parecido salir como Boris Johnson planeaba, toda vez que su idea de conseguir el Brexit duro resultó en una negativa por el Parlamento hace apenas unas semanas. Aunado a esto, también le fue rechazada la propuesta fronteriza con Irlanda del Norte, lo cual pone cada vez más en riesgo la salida del Reino Unido sin ningún tipo de acuerdo o previsión y, aunque en el Parlamento británico ha dicho que están listos para salir de manera abrupta, la realidad es que, pasar de ser parte de la UE a ya no serlo, de la noche a la mañana, creará conflictos internos más grandes de lo que se podría pronosticar.

Muchos se preguntan si es posible todavía que Reino Unido y la Unión Europea alcancen un acuerdo antes del 31 de octubre, a lo que no hay respuestas claras aunque, con Boris Johnson al mando, no se pueden descartar escenarios catastróficos.

En los últimos días, Boris Johnson y el Primer Ministro irlandés, Leo Varadkar, se han reunido con la esperanza de alcanzar un pacto que favorezca a las partes, a pesar de tener conciencia de la situación que el próximo 31 de octubre estallará, ya que las posibles consecuencias resultarían perjudiciales, principalmente, para Reino Unido, ya que aseguran que no hay proceso que se vea favorable pero, ¿qué consecuencias suscitarían?

Una de las consecuencias impactaría en el sector empresarial en Europa, ya que muchas empresas están esperando o están ya en el proceso de trasladar su sede para no percibir los impactos negativos; con esto también se afectaría a la cotidianidad, a los vuelos internacionales y se dejaría sin empleo a miles de personas, entre otras muchas cuestiones, lo que a su vez significaría una posible crisis económica. ¿Cómo echará adelante esto el Reino Unido? Esperemos que con más responsabilidad de lo que lo ha hecho hasta ahora.

 

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