Lo que conocemos es una gota, lo que no conocemos es un océano

Isaac Newton 

Siempre debe ser importante para la ciencia tener presente su función social, toda vez que la ciencia tiene la misión de proveer conocimientos a los individuos y a las sociedades, destruyendo así algunos paradigmas dominantes y rompiendo dogmas y prejuicios. En función de lo anterior, podemos ver que la ciencia hace que se transforme la sociedad.

Considero que en México hemos llegado un poco tarde al reconocimiento interno del Derecho Humano a la Ciencia, aunque también es cierto que, a través de la suscripción de los diversos instrumentos internacionales este derecho ya estaba reconocido por el Estado mexicano.

Lo anterior es relevante porque el Derecho Humano a la Ciencia es un derecho catalizador para el goce de otros derechos fundamentales. Es importante conocer el Derecho Humano a la Ciencia porque es un derecho que está fuertemente relacionado con otros derechos humanos como el derecho a la alimentación, a la salud, a la educación, al agua, a la energía, a un ambiente sano, entre otros.

Como antecedente recordemos que, en México, el 15 de mayo de 2019 se aprobó una reforma a la Constitución política de los Estados Unidos Mexicanos, específicamente, el artículo 3 fracción V que establece en término generales que:

Toda persona tiene derecho a gozar de los beneficios del desarrollo de la ciencia y la innovación tecnológica. Del mismo modo, indica que el Estado apoyará a la investigación e innovación científica, humanística y tecnológica, y garantizará el acceso abierto a la información que derive de ella, para lo cual deberá proveer recursos y estímulos suficientes, conforme a las bases de coordinación, vinculación y participación que establezcan las leyes en la materia; además alentará el fortalecimiento y difusión de nuestra cultura.

Lo anterior no puedo evitar ligarlo con la muy conocida reforma constitucional del 2011, la cual modificó el artículo primero constitucional para darle jerarquía constitucional a los tratados internacionales en materia de derechos humanos, lo cual no es menor, ya que el reconocimiento de los derechos por parte del estado también implica su posible operatividad.

Para dar un contexto sobre el derecho humano a la ciencia, recordemos que desde 1948 contamos con la Declaración Universal de los Derechos Humanos, en la que se consigna en el artículo 27, el derecho de toda persona a gozar y participar del progreso científico y sus beneficios.

Es importante conocer este derecho humano a la ciencia y la necesidad de la investigación científica, ya que, actualmente, representa un avance indudable, el cual ha generado importantes repercusiones en provecho del ser humano.

 

 

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