Un cobarde es incapaz de mostrar amor
hacerlo está reservado para los valientes
Recientemente la comunidad latina, una de las comunidades más golpeadas por el discurso racista y xenófobo, se vio lastimada en lo que algunos consideran terrorismo y otros tantos un crimen de odio. Es el caso del atentado ocurrido en El Paso, Texas (cerca de la frontera con México) el 3 de agosto de este año en el que Patrick Crusius- identificado como el atacante- abrió fuego dentro de un supermercado dejando un total de 22 personas muertas y 24 heridos.
En Estados Unidos este tipo de ataques se ha convertido lamentablemente en una realidad constante, aunque habría que enfatizarse que el ataque de El Paso tenía un objetivo que generó, con razón, polémica a nivel político y diplomático dentro de Estados Unidos y también desde el extranjero, ya que el atacante entró al centro comercial armado con un fusil de asalto con la aparente intención de dirigir su ataque contra aquellas personas que tuvieran apariencia de mexicanas, afectando así a toda la comunidad latina.
Llegados aquí, se plantea una pregunta: ¿quién es Patrick Crusius? Patrick es un hombre de 21 años, originario de Texas. Es de resaltarse que Patrick condujo más de nueve horas hasta la frontera, motivado por los ideales de la supremacía blanca plasmado en el manifiesto que publicó momentos antes de la masacre. Este manifiesto habla -entre otras cosas- de la necesidad de atacar debido a la invasión hispana y condena el mestizaje de razas. Además de esto, dentro de sus redes sociales, Patrick se proclamaba a favor de las políticas e ideas de Trump.
Debido a lo anterior, algunos medios de comunicación e incluso algunos políticos han asegurado que el autor del tiroteo fue motivado indirectamente por retórica empleada por el presidente Donald Trump, la cual polariza y divide a la población a través de comentarios supremacistas que avivan tensiones raciales aparentemente superadas. Su dedicación al tema migratorio en realidad ha sido desafortunado, sin ninguna ética ha defendido, justificado, alabado e incluso incitado al odio, teniendo resultados funestos, que en caso de no detenerse se seguirán viviendo.
Lo anterior nos hace comprender que no estamos lejos de un retorno a los tiempos de guerra, de odio y de intolerancia. Nos hace considerar que siempre existe el peligro de la involución y la regresividad de ideas contrarias a los grandes logros que alcanzó la humanidad, ya que al parecer, no hemos aprendido la lección. La posible diferencia es que, ahora, el blanco fijo además de generar rechazo por una cuestión racial, presenta un segundo elemento de más trascendencia, que reviste un apartado económico: me refiero al miedo a la pobreza, la aporofobia.
Por su parte, Trump realizó una declaración contradictoria después del atentado, pues en su discurso aseguró que la nación debía condenar el racismo, la intolerancia y la supremacía blanca. Así mismo, dijo que el odio no tiene lugar en Estados Unidos, pero ¿acaso no fue bajo discursos racistas e intolerantes como consiguió más votantes en su campaña electoral? ¿Acaso no ha sido él quien ha condenado a diferentes grupos raciales (musulmanes, afroamericanos, latinos, etc.)?
Es de recordarse que Estados Unidos es un país compuesto por inmigrantes de todo el mundo, contando dentro de su territorio con alrededor de 46.6 millones de ellos; sin embargo, también es el país que tiene los índices más altos de discriminación a nivel mundial y cuyos porcentajes han aumentado radicalmente en los últimos años. De la mano de las declaraciones realizadas, Donald Trump ha anunciado el endurecimiento de sus políticas migratorias para que los inmigrantes legales no logren obtener su residencia permanente y mucho menos su nacionalidad si son considerados como una carga pública, dando por hecho que las ayudas del Estado (cupones para alimentos, subsidio para alquiler, atención sanitaria, entre otras) deben reservarse para los nacionales.
Lo anterior refleja la importancia renaciente de los límites territoriales, de las soberanías fuertes y de los nacionalismos exacerbados que se están presentando con las nuevas olas migratorias que, por ahora, están directamente relacionadas con cuestiones económicas o de violencia, focalizadas en zonas muy reconocidas de nuestro planeta, pero muy probablemente tendremos que replantear el panorama cuando las condiciones climáticas alteren nuestro territorio, demografía y límites territoriales ya que, en esos casos, las olas migratorias se establecerán ante una nueva lógica de poder mundial.
Imagem Ilustrativa do Post: low angle photo // Foto de:Phillip Birmes // Sem alterações
Disponível em: https://www.pexels.com/photo/low-angle-photo-of-four-high-rise-curtain-wall-buildings-under-white-clouds-and-blue-sky-830891/
Licença de uso: https://creativecommons.org/licenses/by-nc/2.0/