De libros en la vía pública, y a propósito de islamofobia

14/09/2017

Por José Calvo González – 14/09/2017

En la calle, sobre una sábana blanca deslucida, un banco o apoyado en la paredilla del alcorque de un árbol. En esos lugares, no sólo en librerías convencionales, he comprado libros. Allí suelen aparecer en compañía de revistas, algún cartel de toros y estampitas de vírgenes y santos, todo ello rodeado -además- por variopinto número de objetos cuya reunión los hace incomunes; muñecas de cabellera descuidada, alguna cachimba, flores de plástico, llaveros de la Legión Española, transistores fuera de frecuencia, cerámica granadina Fabre, herramienta de construcción -desde un palaustre a una radial sin disco- y también vinilos que tanto pueden ser de The Beatles como cantaores de flamenco, porque la pasión musical es un terreno que cada cual surca a gusto de su siembras. En esos lugares he adquirido libros, pagándolos a precio de 1 ó 2 €, cantidad que no compra la sorpresa de su hallazgo.

Semanas atrás, en Sevilla, un domingo en la Plaza del Cabido, donde los puestecillos de numismática y postales, saliendo al Arco del Postigo, me incliné a tomar del suelo un ejemplar de La niña de México, José Ortega y Munilla [Madrid: La Novela Semanal, Año I, nº 16, 8 de octubre 1921, 61 pp.], padre de Ortega y Gasset, que ahora en mi biblioteca está junto a su novela de tema caciquil y jueces El paño pardo: crónica de un villorrio en 1890 [Madrid: Sociedad Española de Librería, s.a (c. 1914), 428 pp.], cuya lectura me llevó a escribir algunas páginas de lo en 2005 que titulé como “Medio rural y Justicia. (Literatura social-reformista en España, 1914-1925)” [ahora en Implicación Derecho Literatura. Contribuciones a una teoría literaria del Derecho José Calvo González (Dir.), Granada: Edit. Comares, 2008, pp. 145-188].

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Y otra vez en Málaga, esta misma semana, ayer, volvió a suceder con La desertora [Madrid: Libr. Beltrán, 1932, 236 pp. con dibujos en madera de R. Manchón; siete xilografías preciosas a firma del ilustrador Ramón Manchón Herrera (1883-1953)] una de las tres novelas que Halma Angélico escribió, pues siempre puso mayor empeño al teatro, por la que se le recuerda, aunque no demasiado.

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Aquél fue uno de los seudónimos utilizados por feminista María Francisca Clar Margarit (Palma de Mallorca, 1888- Madrid, 1952), a un tiempo católica y anarquista y la única autora -que yo conozca- censurada en los escenarios del Madrid sitiado a causa de la representación de Ak y la humanidad [comedia inspirada en el cuento original del escritos ruso contemporáneo Jefim Sosulia, Madrid, M. Aguilar editor, 1938, 84 pp. (Efin Davydovich Zozulia)]. Para los censores del sindicato de la CNT el teatro revolucionario tenía sus límites, y el tema de la eugenesia y la maternidad era uno de ellos. Parece que Halma Angélico los sobrepasó.[1]

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Pero voy a la pieza de mi encuentro. Mientras llevo leídas un centenar de sus páginas he buscado también alguna información. La novela, claro, tiene sus contradicciones, que son valiosas para entender el feminismo de esos años en España, pero asimismo rasgos de justicia que no harán empacho estos días de cierta tensión -pretensión a ciencia cierta para algunos- islamofóbica. Halma Angélico ofrece en ella la imagen de una mujer que desertando de los valores de la sociedad occidental marcha a Marruecos en busca del sultán Ben-Amar. La protagonista, María Peregrina, viuda de militar caído en la campaña del Rif, que ha sido un tiempo cautiva del sultán y será rescatada por su hermana y su cuñado, regresará finalmente a los brazos de aquél como enamorada. Antes de tomar esta decisión tiene plática con su confesor revelándole «(...) mi alma se ahoga en este ambiente ... Está ansiosa de elevarse..., de ser feliz en un vuelo dichoso. Creo ganado mi derecho con tanto dolor padecido» (p. 73). Los padecimientos han sido, principalmente, soportar el abuso sexual de su cuñado, un perfecto maltratador.

Esta imaginación literaria de amores entre una española y un rifeño no tendría hoy mayor recorrido a falta de poder compararse con la obrita, algo anterior, de otra escritora: Pasión de moro [Madrid: Los Contemporáneos, nº 879, 26 de noviembre de 1925, 24 pp.], de Margarita Astray Reguera (Orense, 1885-Madrid, 1936). Tenia ésta más reciente la Guerra de Marruecos (1921-1922) y, en particular, todo aquello que en el ambiente de opinión de la sociedad española de su tiempo originó el Desastre de Annual. Con éste comienza el relato, y regresando Claudia Sanchidrián -que así se llama su protagonista y es enfermera- a Melilla resulta secuestrada por un jefe de cabila de nombre Mahomed Abd-el-Mulek Ben Hikem, quien intentará seducirla. Y así, para tratar de torcer su voluntad le promete dar libertad a un cautivo español muy enfermo. Ella le presta promesa de someterse a sus irrefrenables impulsos libidinosos aunque, en realidad, rechazando profundamente esa 'pasión de moro', al punto de preferir envenenarse a ceder al deseo del rifeño.

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Lo que ambas historias tienen en común es, sin duda, la fascinación por el mundo musulmán y experiencias amorosas no deseadas. Pero la Clar Margarit es muy distinta a la de Margarita Astray, que sólo ofrece para imagen aquella sociedad rasgos una cultura primitiva y del todo execrable.

¡Las cosas, verdad, que uno encuentra sin buscar! En la calle, sobre una sábana blanca deslucida, un banco de parque o apoyado en la paredilla del alcorque de un árbol en la vía pública.


Notas e Referências:

[1] La han trabajado Elizabeth Smith Rousselle, “Militarism and Maternalism: Anarchist Eugenics in Halma Angélico's Ak y la humanidad”, Confluencia (Greeley, Colo.) 29.2 (Spring 2014), pp. 35-48, y Sarah Wright, ‘Eugenesia, maternidad y teatro revolucionario: Ak y la humanidad (1938) de Halma Angélico’, en Mujer, literatura y esfera pública: España 1900-1940, Pilar Nieva de la Paz, Sarah Wright, Francisca Vilches de Frutos, Catherine Davies (eds.), Philadelphia: Society of Spanish and Spanish-American Studies, 2008, pp. 217-232.

No resultará un exceso, creo, abordarla desde la perspectiva 'Derecho y Literatura'. Queda hecha la convocatoria.


José Calvo González. . José Calvo González é Professor Catedrático de Filosofía del Derecho na Facultad de Derecho da Universidad de Málaga (España). . .


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O texto é de responsabilidade exclusiva do autor, não representando, necessariamente, a opinião ou posicionamento do Empório do Direito.


 

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