No siempre las buenas acciones son oportunas y eficaces

Maquiavelo

Los cubrebocas ¿medida necesaria o restricción a la libertad? Esa pregunta representa una seria confrontación de ideas entre las personas que tienen diferentes perspectivas en relación a cómo debemos de interactuar en el día a día y, cuáles deben ser nuestras obligaciones y libertades.

Desde hace un par de meses, en todo el mundo se han presentado movimientos contra el uso de las mascarillas, pues parte de la población las considera restrictivas hacia su libertad y derechos humanos, y por el contrario, quienes las usan consideran que están cumpliendo con su deber cívico.

En Estado Unidos de América, el movimiento anti-mascarilla se ha mezclado con fines políticos, pues Donald Trump se ha dado a notar por nunca usarlas, ni siquiera en los eventos públicos; su desinterés en usarlas y los comentarios despectivos sobre su uso han llegado a caracterizar a Trump y, sus seguidores se han unido en este desacato como una muestra de simpatía hacia su presidente.

Si consideramos que en Estados Unidos se encuentran rumbo a elecciones, el uso o no de las mascarillas se ha convertido en todo un mensaje político; aunado a la anterior, quienes se manifiestan también consideran innecesario respetar el distanciamiento social bajo el argumento de que el virus no existe y que la pandemia no es real. En este movimiento una de las ideas principales es considerar a la pandemia como una mera conspiración de los gobiernos.

¿Se puede afirmar la existencia de una conspiración de talla internacional? Recientemente en Berlín se han presentado protestas contra el uso de las mascarillas pues la población considera que, además de verse limitados por su uso, las autoridades no son quien para decirles que usar y, que ellos mismos decidirán las medidas a tomar para resguardar su salud desde una perspectiva de autodeterminación y libre albedrio.

En Berlín destaca que la mayoría de los simpatizantes del movimiento son seguidores de la postura política de extrema derecha, es decir, que al igual que en Estados Unidos, el movimiento ha tomado tintes políticos, aunque no con la misma intensidad, pese a ello ¿es realmente tan importante la postura política como para rehusarse a acatar medidas que protegen no solo a uno mismo sino a toda la población o es esa solidaridad y sentido de deber moral y colectivo más fuerte que la postura política?

Las manifestaciones se han realizado sin respetar el distanciamiento social ni medidas de protección y, en Alemania han sido tan grandes que el parlamento ha llegado al plantearse la posibilidad de prohibir las manifestaciones.

Al respecto, surgieron muchas opiniones encontradas pues ¿qué es más importante, ver por la salud de los ciudadanos y prohibir las aglomeraciones para evitar los contagios o respetar el derecho de reunirse y manifestarse pacíficamente? Aunque pareciera que la mejor respuesta sería la prohibición temporal de las manifestaciones, los tribunales de Berlín decidieron que no puede ser así pues la libertad de expresión no se debe limitar, por lo cual se decidió que, se permitirán las manifestaciones siempre que se acaten las medidas preventivas, cosa que siendo honestos no pasará, pues es precisamente en contra de estas medidas que se manifiestan.

Cabe mencionar que últimamente en Alemania se contaba con una disminución en los casos de covid-19 por lo que las medidas de confinamiento se habían ido flexibilizando, sin embargo, es ahora que ha habido un pequeño repunte, justo cuando el movimiento anti-mascarilla está tomando más fuerza. ¿Qué se puede esperar de ello? Si el movimiento sigue en aumento, uniéndosele más simpatizantes se podría esperar que el número de enfermos también aumente.

Pese a que es en Berlín en donde las protestas han tenido la mayor cantidad de simpatizantes, no es la única ciudad donde se han presentado estas manifestaciones, pues también han acontecido en Madrid, España, en donde si bien la concurrencia fue bastante menor, la idea era la misma.

Otros países europeos a donde ha llegado este movimiento son Inglaterra, Francia, Suiza y Bélgica, aunque con una mucho menor cantidad de asistentes, sin embargo, puede darse el caso de que el movimiento tome más fuerza en estos lugares pues los rebrotes han aumentado el números de contagios y muertos, lo que ha puesto sobre la mesa la posibilidad de un nuevo confinamiento.

En este mismo sentido, en Argentina hubo recientemente una manifestación contra la extendida cuarentena, la cual tenía como característica un marcado sentido económico debido a que el confinamiento y la falta de ayuda del gobierno ha tenido efectos económicos devastadores, pues muchos han perdido sus fuentes de trabajo.

Si bien las razones pueden ser un poco diferentes en cada país, se ha demostrado que hay dos perspectivas en las cuales la sociedad se ha posicionado.

Finalmente, nos podemos preguntar ¿Tienen razones suficientes o razones válidas ambas posturas? Podemos encontrar visiones del mundo e intereses encontrados, hoy existe un gran reto para los gobernantes, a quienes la pandemia ha dejado mudos y como meros espectadores, sin saber a donde decantarse para evitar perder la simpatía de la población, es claro que no pueden dar total gusto a ambas visiones, por lo que se espera que en este duelo interno de derechos impere la prudencia, la responsabilidad y la conciencia social.

 

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